Nuestra organización sindical defiende y seguirá defendiendo los derechos de los trabajadores y trabajadoras de la educación sin importar su condición, llámese docente provisional, docente de planta o docente que vaya a ingresar por concurso de méritos.
La ADE no discrimina para defender los derechos. Por lo tanto, debemos ser cuidadosos con los enemigos de la organización y su insistencia de culparnos de problemas y conflictos que dependen, única y exclusivamente, de las entidades gubernamentales. En ese orden de ideas, venimos denunciando la situación que se está presentando con las compañeras de preescolar que pertenecen a lo que se conoce como proyectos, ya que sin previo aviso y de manera intempestiva serán reemplazadas por aquellos docentes que legítimamente tienen derecho.
Sin embargo, el conflicto es evidente: mientras algunos compañeros y compañeras provisionales pudieron tener suficiente tiempo para organizar las contingencias propias del drama humano que significa quedarse sin empleo, a las compañeras de preescolar las toman por asalto.
En la mesa de negociación desde el 2020, la ADE ha venido exigiendo que las vacantes de proyectos se convirtan en vacantes definitivas para que las compañeras pudieran tener estabilidad. No se trata de una dadiva caprichosa, sino de la legitimidad y respeto que merecen docentes que le han entregado gran parte de su vida a la educación pública de la ciudad.
Ahora bien, entendemos que el mecanismo ingreso al magisterio no es el más pertinente y tiene mucho por perfeccionar como, por ejemplo, la necesidad de implementar una prueba clasificatoria y no eliminatoria. Además, si antes no se publicaban estas vacantes nos parecía supremamente peligroso, ya que los acuerdos entre la organización sindical y la administración deben estar mediados por procesos que permitan evitar al máximo estos traumatismos. Seguiremos luchando para garantizar el derecho al trabajo y para brindar soluciones a quienes, en medio de la dictadura de la meritocracia, quedarán en la calle.