Educación colombiana: apología de un sistema sin identidad nacional
RESUMEN
La actividad educativa está sumergida en un contexto cultural multi factorial afectada por diferentes componentes como son los docentes, directivos, familia y entorno. Ella promueve una acción constante en las actitudes personales, en procura de inseminar un determinado conocimiento, esta acción genera una serie de resistencias, que implican tensión por el no reconocimiento del ser y por ende, suele ir en contravía del proceso natural de identidad del hoy denominado «colombiano», proceso que ha sido interrumpido, constantemente por acontecimientos históricos durante un poco más de 500 años.
Palabras clave: educación, evaluación, currículo, coherencia, calidad, identidad.
ABSTRACT
The educational activity is submerged in a multi-factorial cultural context affected by different components such as teachers, managers, family and environment. It promotes a constant action in personal attitudes, in order to inseminate a certain knowledge, this action generates a series of resistances, which imply tension, for the non-recognition of the being and therefore, it usually goes against the natural process of identity of the today called «Colombian», a process that has been interrupted, constantly by historical events for a little over 500 years.
Key words: education, evaluation, curriculum, coherence, quality, identity.
RESUMO
A atividade educativa é submersa em um contexto cultural multifatorial afetado por diferentes componentes, como professores, gestores, família e meio ambiente. Promove uma ação constante nas atitudes pessoais, a fim de inseminar certo conhecimento, essa ação gera uma série de resistências, que implicam tensão, pelo não reconhecimento do ser e, portanto, costuma ir contra o processo natural de identidade do ser. hoje chamado «colombiano», um processo que tem sido interrompido, constantemente por eventos históricos por pouco mais de 500 años.
Palavras-chave: educação, avaliação, currículo, coerência, qualidade, identidade.
Ante las preguntas
La escuela de hoy es la misma que la escuela de hace 25 años? ¿En qué ha cambiado? ¿Cómo se reconfigura el oficio de maestro en estos tiempos? ¿Cómo se ha afectado la institucionalidad educativa que atiende al profesor? ¿Cómo ha incidido en el maestro y la maestra esta reconfiguración? ¿Cómo se ve hoy el papel de las instituciones formadoras en la formación de los maestros, sus formas de ver el mundo, sus saberes y sus prácticas?
En educación se han determinado una serie de leyes que propenden permitir la equidad en los procesos de formación, asumiendo los compromisos del milenio determinados por la «UNESCO» que indican, que la pobreza tiene una correlación directa con el bajo nivel de desarrollo, y este a su vez con el nivel educativo (Compromisos, n.d., p. 64). Por ende, el eje que permite esta dinámica se centra en 3 (tres) principios fundamentales que son, accesibilidad, permanencia y calidad, sin embargo con un antiguo componente denominado eficiencia, que buscaba la «modernización de la administración del sistema educativo» (“La influencia del Banco Mundial,” 2012).
Este último a simple vista está previsto de un alto grado de injerencia en la denominada pertinencia, la cual paralelamente es alimentada por la innovación o capacidad de creación y liderazgo, cuál usufructo subyace en la cultura, y genera motivaciones, en pro de desarrollar capacidades innatas y condicionadas de cada persona para desempeñarse en su vida diaria.
La calidad en la educación aunque es una de los 3 principios, envuelve realmente toda la dinámica institucional, a partir a su vez de 3 pilares que son, eficacia, relevancia y recursos, y converge con los procesos de evaluación adscritos en la ley (Congreso de la República de Colombia, 2009) en el artículo 3, que promueve la igualdad de oportunidades, respetando los procesos y permitiendo un desempeño en el mercado laboral.
Desde la lógica del sistema educativo que infiere en sus procesos de mejora continua, es la evaluación la columna vertebral de los procesos de formación. Toda la comunidad educativa por cuanto ha promovido propuestas alternativas que conlleven a cumplir con las expectativas, en un país cuyo desarrollo apenas está en construcción, por consiguiente se ha venido implementando dentro de los procesos de mejora continua sugeridos por EL BANCO MUNDIAL inicialmente en 1998 (“La influencia del Banco Mundial,” 2012, p. 73) unos tipos de evaluación que indican demostrar el desempeño.
Según los datos M.E.N para el 2018, basado en el INDICE SINTETICO DE CALIDAD, en dónde se hace un estima de comparación del 2015 al 2018 sobre 10 puntos en primaria, indicando allí que se ha pasado de 5,07 a 5,67 mostrando una mejoría, en secundaria se toma como punto de comparación el 2017 dónde se obtuvo un puntaje de 5,32 en relación al 2018 con un 5,76, mientras que en la media se ha bajado del 6,01 del 2017 a un 5,94 del 2018.
En relación a ello (UNICEF, 2018, p. 11) en la consulta nacional para niños, niñas y adolescentes 2018 indica que de 4 de 10 menores no tienen confianza para hablar del aspecto de personalidad que es la sexualidad con adultos ( dónde contamos maestros), 2 de 10 menores indican que la comunidad le discrimina, en relación a ello con la pregunta 9 en dónde se indica ¿qué tanto crees que aprendes en tu colegio? 5 de 10 menores indican que se aprende apenas lo básico, poco o nada, y principalmente:
Entre las razones que expresan se encuentran: porque hay clases aburridas, porque no entienden las explicaciones, porque los profesores no enseñan bien, o porque no sirve para nada. (UNICEF, 2018)
Se ha llegado a pensar entonces que existe una sucesión de situaciones que no han permitido el mejoramiento de la educación, que se muestran en una clara descontextualización de los programas escolares, los cuales obedecen muchas veces a la visión sesgada de la dirección de los procesos de educación del país, pues con el afán de cumplir con los requerimientos de la banca mundial generan tensión en los procesos que debieran ser naturales en el desarrollo educativo de la comunidad colombiana, no entendiéndola en su diversidad, sino se continua imponiendo una serie de lineamientos como posiblemente ha ocurrido en la historia por más de 500 años.
Por lo tanto hoy se presenta una escuela tradicional con conceptos modernos, y la razón es el no reconocimiento de las identidades, las cuales se soportan en su desarrollo constantemente en el juego, el cual se apresta para poder interactuar con el entorno, es en el dónde florecen las relaciones sociales, el trabajo en equipo, se desarrollan de talentos y mejoran las habilidades, y más aún se potencia el amor propio y autodeterminación.
Desde la labor docente son varias las inquietudes que surgen luego de observar las dinámicas políticas, culturales e incluso personales que pasan en cada momento en el desarrollo de la sociedad, ello conlleva a hacer un proceso tal vez minucioso de reflexión y discernimiento, allí surge la pregunta ¿Obedece la dinámica institucional a las verdaderas necesidades culturales, sociales e integrales de las comunidades colombianas?
Esta cuestión nace dado que no son muchos los avances en el proceso aprendizaje como lo indican los datos del MEN incluso en temas de cobertura correlacionando con los datos del DANE, dado que ha partido de las recomendaciones del BANCO MUNDIAL para minimizar la pobreza extrema en el país, por consiguiente para el 2018 evidencio una matrícula de más de 10.000.000 niños, niñas y adolescentes en la escuela, de ellos un poco más de 8.000.000 matriculados en la escuela pública, así de más de 2.000.000 matriculados en la escuela privada y otro tanto de alrededor de 1.500.000 que por diferentes motivos, no estudia, por deserción o no matricula.
La caracterización previa a los planes de desarrollo son elaborados, gracias a los insumos de la comunidad académica en general, se tienen en cuenta allí varios factores para generar integralmente el PNDE (plan nacional de desarrollo educativo), y para el periodo 2016-2026 la participación de la comunidad a nivel presencial y de forma virtual ha sido en total de 1.010.143, en donde 284.614 (28.2%) personas han sido encuestadas, con la herramienta virtual denominada «sueños y encuesta temática», 708,159 (70.1%) pruebas supérate con el saber, 11,833 (1.2%) encuesta denominada «reflexiones y dibujos», otra definida «instituciones públicas» (1.2%) y privadas 5.033 encuestas impresas (0.5%), 440 a la urna de cristal virtual (0.0%), y 64 correspondientes a la denominada «dale pedal».
El diagnóstico aunque si bien ha intentado tener una población significativa, se ha aplicado a las personas incluidas dentro del proceso pedagógico y que tienen acceso a internet, esta limitante no permite tener en cuenta a una gran parte de la comunidad, especialmente rural o que están en situación de pobreza, que pueden coincidir con las con las comunidades de la Guajira, Chocó, Magdalena y otros que expresan bajo rendimiento académico, mayor índice de analfabetismo y mayor índice de pobreza.
En ese sentido el plan decenal elaborado puede que no reconozca las particularidades de esta comunidad, la cual constantemente esta en desplazamiento buscando mejores oportunidades y huyendo de la violencia.
La actividad educativa está sumergida en un contexto cultural multi factorial afectada por diferentes componentes como son, docentes, directivos, familia y entorno (Plan, 2016, p. 17). Ella promueve una acción constante en las actitudes personales, en procura de inseminar un determinado conocimiento, esta acción genera una serie de resistencias, que implican tensión, por el no reconocimiento del ser y por ende, suele ir en contravía del proceso natural de identidad del hoy denominado «colombiano», proceso que ha sido interrumpido, constantemente por acontecimientos históricos durante un poco más de 500 años.
Es aquí donde la acción del maestro es importante, posibilitando el auto reconocimiento, en dónde cada persona pueda asumir una postura, coexistiendo con los demás, la acción del maestro debe propender más que en conseguir un plan debido desde afuera, construir un marco propio de referencia hacia un currículo autóctono, reconciliador, uno con identidad.
El axioma «una mejor evaluación es una mejor calidad en educación», puede indicar en los procesos de mejora continua una reflexión en todos los sectores, que pasa por delimitar los tipos de saberes que se tienen, los que se necesitan para el desarrollo sostenible de la sociedad. Sin embargo, parece haber una ambigüedad en el pensamiento sobre la evaluación, entre otros porque mientras que el ministerio de educación expresa (Sopetran, 2018, p. 2). «La evaluación, como elemento regulador de la prestación del servicio educativo permite valorar el avance y los resultados del proceso a partir de evidencias que garanticen una educación pertinente, significativa para el estudiante y relevante para la sociedad», en el medio docente genera espesor, dado que debiera aplicarse a todos los agentes que intervienen en ella, es decir por definición el jefe del ministerio y de cada secretaria debiera pasar por un proceso de evaluación al menos parcial, que inicie con profesionales en los cargos con carrera de docencia escolar más, docencia universitaria, la idoneidad en el servicio indica entender los procesos, genera identidad con los docentes y una sinergia, en relación a las familias y los educandos.
La evaluación por lo tanto se delimita en sistemas de valoración hacia unos análisis internos que a la vez se determinan por unas condiciones de calidad que son elaboradas teniendo en cuenta las características o metas que se quieren alcanzar una «mano de obra calificada» (Roldan, pág. 94). ¿Qué tipo de economía se desarrolla en Colombia para determinar el tipo de empresa, el tipo de trabajo y por ende el tipo de mano de obra?
La ley 1324 de 2009 expresa en artículo 2 sobre la evaluación la cual es de carácter “externo” y por su forma se supone es diseñada de manera independiente por pares académicos coordinados por entidades especializadas, que en este caso parte del ICFES (instituto colombiano para la evaluación de la educación). Ella impregna a cada uno de los establecimientos educativos o las instituciones de educación superior más aun cuando están en proceso de acreditación lo cual ubica al establecimiento dentro de un rango de excelencia y por ende su estatus posibilita la credibilidad ante la comunidad científica y sociedad en general.
Este asunto encarrila a los estudiantes en carrera hacia unas prácticas de formación con base en esa evaluación, bajo el ejercicio de la libertad y la responsabilidad, suscita entonces pensar ¿Realmente la evaluación se hace desde la libertad y responsabilidad? Muchos de los estudiantes presentan las pruebas como un requisito impuesto para graduarse, poder presentarse a una universidad o para pasar una asignatura, lo que bien deja prever de que es libre de presentarlo a sabiendas de que si no lo hace y además con cierto puntaje no podrá entonces avanzar o seguir estudiando.
El artículo 3 de este mismo documento habla sobre la equidad (el documento de la organización del sistema educativo habla igualmente sobre equidad, como acceso de forma gratuita y con calidad). «La evaluación de la calidad de la educación supone reconocer las desigualdades existentes en los contextos de aprendizaje y asumir un compromiso proactivo por garantizar la igualdad de oportunidades para acceder a una educación de calidad», de manera cualitativa de acuerdo con las exigencias y requerimientos de cada experiencia, el «Ministerio de Educación Nacional promoverá la realización de ejercicios cualitativos, de forma paralela a las pruebas de carácter cuantitativo, que contribuyan a la construcción de explicaciones de los resultados en materia de calidad».
Pero igualmente el sistema no permite la retroalimentación como forma de mejora continua ¿Cómo mejorar sin saber en qué se falla? Indudablemente entonces la evaluación de las pruebas externas (saber y saber pro), condicionan por lo tanto la forma de educación y de ente determinan el tipo de persona que se desea formar.
La OCDE (1995) (MEN, s.f.) Define la educación de calidad como aquella que «asegura a todos los jóvenes la adquisición de los conocimientos, capacidades destrezas y actitudes necesarias para equipararles para la vida». Entonces podemos inducir que el objetivo de la educación y del ICFES de asegurar conocimientos, destrezas y actitudes que sirvan para la vida.
Entonces surge la pregunta ¿es probable que a través de las pruebas ICFES se pueda determinar el desarrollo de destrezas y valorar las actitudes de una persona? La pregunta subyace luego de comprobar que las preguntas saber y saber pro no tienen un componente actitudinal y tampoco tienen un instrumento fiable para medir el nivel de destreza de una persona, siguen midiendo el nivel de comprensión de un estudiante hacia las áreas que han denominado fundamentales. Esto ha hecho que el sistema de educación deje por «debajo» lo que a la cultura se refiere en una comunidad, busca entonces volver al individuo en un ser global.
Caracterizar el conocimiento, la actitud y la aptitud de un sujeto con un mismo formato puede constituirse a la larga en un problema de ADAPTABILIDAD y PERMANENCIA, dado que el estudiante al observar que el asunto a tratar en la evaluación no está en su contexto, incide en no concentrarse debidamente en el asunto, los simples regionalismos denotan un cierto tipo de vocabulario, que se sumerge en eventos históricos de una América precolombina que se reúsa a ser olvidada, en dónde a la fuerza fue impuesto un castellano, palabras como chimba, alsoco, golero, chocho, choclo entre otras quedan al margen de las pruebas y conceptualmente tienen un constructo solido ancestralmente.
Estos lenguajes propios de las comunidades son parte de la relación del docente con el contexto, pues la identidad es la clave para la educación, el sentirse identificado el estudiante con su proceso es necesario, así como el docente con la comunidad, sin dejar de ser el incidir en el proceso de reconciliación con un compromiso de paz.
Son usuales los roces entre la comunidad por las diferencias culturales en la escuela, que en ocasión conllevan a que el sujeto deba alejarse de sus costumbres, idioma y creencia tal cual como sucedió durante la colonia, el docente en la evaluación debe tener en cuenta las particularidades, por un sistema incluyente y empoderado.
Por otra parte el gobierno ha elaborado una carta sobre la equidad e igualdad, la cual dice en uno de sus apartes sobre la concepción de desarrollo humano sostenible (Nariño, 2008) hace énfasis en valorar la riqueza de la diferencia entre culturas, saberes y territorios, en contraposición a la pretensión de homogeneidad ideológica y cultural que ha caracterizado las teorías convencionales de desarrollo, para las cuales lo único válido, lo que deben perseguir y alcanzar los países en desarrollo, son los valores de la modernidad de occidente, desconociendo lo que otras culturas le han aportado, le aportan y le aportarán a la humanidad.
En este sentido es confuso entonces entender el concepto entonces de cultura (cultivo) y para ello se encuentran 2 conceptos en el diccionario, 1. Conjunto de conocimientos, ideas, tradiciones y costumbres que caracterizan a un pueblo o a una época, 2. Conjunto de conocimientos e ideas adquiridos gracias al desarrollo de las facultades intelectuales mediante la lectura, el estudio y el trabajo.
En síntesis, la labor como educador frente al proceso de identidad, debe reconocer como factor de aprendizaje al juego, más que como mera herramienta, en el elemento central del proceso de desarrollo intelectual natural del sujeto, pues es el sujeto en el juego el que permite un abordaje holístico, que puede dar cuenta de todos los sucesos dentro intrínsecos y extrínsecos del sujeto, sociales y culturales en el ser humano e indica incluso, los acontecimientos pasados en el desarrollo social del pueblo colombiano y puede permitir incluso entender su proceso histórico (porcar 2000 pg8) acordando que «los bloqueos emocionales impiden avanzar en la resolución de problemas; es decir, provocan como consecuencia otro tipo de bloqueos».
BIBLIOGRAFIA
Compromisos, A. Y. (n.d.). EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE.
Congreso de la República de Colombia. (2009). Ley No. 1324 del 13 de julio de 2009, 9. https://doi.org/10.1002/cne.10207
La influencia del Banco Mundial. (2012), (36), 69–79.
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Sopetran, D. (2018). La evaluación como referente de calidad educativa . El caso del Municipio.
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