En el artículo anterior señalamos la posible DERROTA del Pacto Histórico. Para avanzar hay que ser franco y entender las limitaciones del proyecto político actual, podemos señalar al menos tres variables que condujeron a esta derrota:
1. Las reformas no llegan
No importa que sea una de verdad de a puño que en el parlamento la derecha haya tumbado todas las reformas y por no ser mayoría estas reformas se hayan vuelto agua entre las manos. La gente eligió un gobierno que se comprometió con unas reformas para la MAYORIA SOCIAL, y esto al día de hoy es una ilusión. El costo de vida sigue siendo elevado, el desempleo y la inseguridad siguen siendo un factor que juega en contra de las mayorías, y en la COTIDIANIDAD ningún cambio sustancial se ve en la vida de la gente. Esto genera un desencanto profundo en la población que siente que no cambio nada. Evidentemente votar a la derecha no cambiara la situación, pero en el pragmatismo la gente prefiere vender su voto para solucionar los problemas del día.
2. Las listas cerradas fueron un error
En el caso de Bogotá, por ejemplo, solamente en tres localidades como Usme, Ciudad Bolívar y Barrios Unidos, las listas alternativas suman cerca de 14 mil votos, lo que representa casi 3 ediles que se perdieron para la colectividad, y es posible que en toda la capital esto signifique unos 10 ediles que se pudieron ganar, pero que las intransigencias de querer listas cerradas hicieron que las coaliciones se debilitaran. Lo que a nivel nacional fue mucho más evidente. El concejal con menos votos para Bogotá por lista abierta fue elegido con 9000 votos, y es posible que muchos de los concejales electos por el Pacto ni siquiera tengan 5 mil votos, lo que hizo que liderazgos importantes del pacto se quedaran por fuera “cargando ladrillos” para liderazgos con un mínimo capital electoral.
El resultado: solo 7 curules. En Medellín el resultado fue peor. El centro democrático fanático de las listas cerradas, leyó el momento histórico y abrió las listas. Lo que le permitió sacar unos resultados importantes, sumado a la compra de votos obviamente, a las maquinarias y a la modificación del E 14, como ocurrió con el partido verde y los nuevos y viejos liberales. Sin embargo, la diferencia es abismal y con suerte se recuperará una curul para el pacto, para el Concejo en la capital.
3. ¿La paz total?
Pese al importante avance de cese al fuego, lo cierto es que las regiones viven una época de violencia similar o peor a la de hace 20 años. Nuevamente sabemos que esto lo dejó montado y preparado el gobierno de Duque, es algo que todos sabemos y sin embargo hay que enfrentarlo. El cumplimiento del acuerdo de paz con las FARC EP, es urgente y sigue dando pasos lentos, muy lentos en su cumplimiento. Eso hace que todo acuerdo de paz sea estéril, pues el grupo armado partirá de la base que el acuerdo será incumplido. Cumplir el acuerdo de paz con pasos certeros es la única opción para una paz más completa. Otra tarea que presentimos se puede difuminar con el paso del tiempo.
Finalmente, la resistencia popular. El movimiento social y político ha arrancado derechos al calor de la lucha y de las calles. Este periodo será de pelea con las alcaldías, de organización popular para la ejecución del plan de desarrollo y de la construcción de un frente amplio donde las fuerzas políticas de izquierda crezcan por sí mismas, y no bajo la sombrilla de un pacto que ya no cobija tanto, solo lo hará si abre las listas y todas las fuerzas y todas las banderas rebeldes se miden en franca lid.