el hombre ha muerto, pero su espíritu vive. lema de los huelguistas negros. Durban, Suráfrica, enero de 1973.
Del momento presente
El momento presente, como hace 30 años, es de crisis. Carlos Marx definió la crisis, como una solución violenta para apaciguar momentáneamente contradicciones más profundas. En ese sentido, hoy por hoy los movimientos sociales y los partidos políticos alternativos, coinciden en que la salida a la crisis, por un lado, implica el cambio del modelo económico, pues la propuesta capitalista ha llegado a su límite; y, por otro lado, la respuesta marxista o revolucionaria es insuficiente para construir otro mundo posible. Desafortunadamente en el momento actual se hace más énfasis en la insuficiencia de la salida marxista, que en el fracaso y en el agotamiento del capitalismo, nos encontramos indefectiblemente con que todos los caminos conducen a Roma.
La crisis económica de los EE. UU, su evidente pérdida de hegemonía, y la consolidación de China como nueva potencia (el país asiático es el más rico del mundo, pues representa el 50% del total de la riqueza del planeta) ha hecho que hoy como ayer Norteamérica tenga que adelantar estrategias defensivas. Una de ellas es la legitimación de Venezuela y la necesidad de restablecer relaciones económicas con este país. Otra de ellas respaldar el gobierno alternativo de Gustavo Petro, no en el sentido que proponen los marxistas dogmáticos y conspiracionistas, que señalan que Gustavo es un agente de la CIA y que el Partido Demócrata puso este gobierno a dedo; pero si en el sentido en el que reconocen, avalan y apoyan este tipo de gobiernos, siempre y cuando no afecten el modelo de acumulación y tampoco su poder en la región.
Al perder ingerencia en otras regiónes, el último bastión que le queda a los EE.UU es América Latina, y aunque la pandemia retrasó las transformaciones sociales que reclaman los pueblos, hoy por hoy es inevitable la victoria de los gobiernos alternativos. Sin duda es un momento histórico y de esperanza para nuestro país. La tensión, la contradicción fundamental estará dada en la posibilidad de lograr una agenda de transformación profunda (Chile perdió la constituyente aunque ganó la presidencia y debe debilitar su potencial transformador modificando la primera propuesta de constitución) o pintar y aplicar barniz al modelo por unos años mientras retoma la derecha el control de la región, como ya sucedió con la primera ola transformadora de Evo, Chávez, Lula y Cristina Fernández de Kirchner que, si bien, fue profunda, fue detenida por una ola neoconservadora en todos los países latinoamericanos.
Del gobierno de petro
Analicemos el actual gobierno de Petro a la luz de la economía y de la cultura. El asunto de menor importancia es el de las compras en la Casa de Nariño, aunque evidentemente deja claro que Petro NO es Pepe Mujica. Se trata de tres temas centrales para la economía y la política nacional: la reforma agraria, el desarrollo industrial y la educación. Cada vez que el actual gobierno pretenda avanzar en su agenda, se encontrará de algún modo u otro con el acuerdo de paz de La Habana.
El campo y la producción agrícola representa cerca del 20 % del PIB total según Romero (2021) y es una de las posibilidades ciertas de desarrollo por nuestras características geográficas. Sin embargo, la productividad es muy baja, en tanto que cerca de 8 de los 12 millones de habitantes del campo no tienen tierra o tienen insuficiente. Uno de los temas pendientes como nación es la realización de una efectiva reforma agraria,esto implica modificar la Constitución y la implementación del Acuerdo de Paz.
Sin embargo, en este tema el Ministerio de Agricultura ha manifestado que con la Ley 160 de 1994 es suficiente. Cosa realmente preocupante, toda vez que las zonas de reserva campesina fueron una medida tránsitoria en medio del aplazamiento de una refroma agraria profunda, pero dejarían intacta la estructura de tenencia de la tierra, limitaría a los campesinos a habitar en zonas periféricas y no permitiría el desarrollo alimentario que requiere el país.
En recientes noticias anunciaron que el gobierno les comprará a los ganaderos 3 millones de hectáreas para poder cumplir el Acuerdo. La propuesta va encaminada más bien a la cooptación del campesino a las grandes multinacionales que le comprarían el producto, pero no propone desarrollo rural. Además no se han delimitado los sectores estratégicos para construir soberanía alimentaria, si bien en el programa de gobierno se plantea el turismo, el cuidado de la vida y de la naturaleza, esto no está decantado en política pública, y aunque el Plan Nacional de Desarrollo se construirá en diálogos regionales, los tiempos son apremiantes y pueden convertirse en los nefastos consejos comunitarios propuestos por Uribe en su momento, guardando las proporciones. Un paso hacia adelante en la superación del modelo económico, independiente de las posturas más o menos radicales, es la reforma agraria.
Si no se avanza en este tema rural, no se podrá destrabar el otro asunto económico: el desarrollo industrial. En líneas generales para el gobierno implican democratizar el crédito, la tierra, la conectividad, y exportar en la región productos con valor agregado, es decir, el desarrollo industrial de Colombia está anclado, en la soberanía alimentaria y en resolver el problema del campo. A esto se le suma el cumplimiento del Acuerdo en materia de cultivos de uso ilícito y la construcción de una paz estable y duradera, aunque quizá, no total.
Otro eje fundamental en el gobierno de Petro es el de La sociedad del conocimiento, y esto tiene que ver necesariamente con la educación. Este ministerio quedó en el sector más neoliberal del pacto histórico, y ya ha planteado elementos que dejan entrever que no va a haber reformas estructurales en esta materia. El éxito educativo implica 4 variables: contexto, capital cultural de los padres, escuela y maestros, y el trabajo de los y las estudiantes. Una reforma necesaria es invertir más recursos al sistema general de participaciones SGP, para poder tener escuelas del siglo XXI, pero también bajar el parámetro de estudiantes por maestro, que es uno de los más altos de la región.
El ministro ya ha resaltado que sobran maestros porque la matrícula viene decreciendo. En eso tiene razón, y seguirá decreciendo. Por ejemplo, en Bogotá pasamos de tener 1 millón de estudiantes hace 10 años a estar sobre los 800 mil, porque afortunadamente el embarazo adolescente, ha disminuido positivamente, porque las familias que tienen más de 2 hijos son muy pocas, y otras deciden no tener, pero si el parámetro bajara a 25 estudiantes por secundaria, 20 en primaria, y 15 en primera infancia, mejoraría la calidad educativa y no sobrarían maestros, sino que faltarían. Es importante y urgente la construcción de las universidades, en cada localidad y municipio, que funcionen de manera nocturna y diurna. Esto es un reto para el gobierno actual.
De la cultura
Y finalmente llegamos a la gaseosa y el reggaetón, es decir a la cultura. En un interesante libro de Alex Callinicos, titulado “contra el posmodernismo” el autor plantea uno de los temas más potentes para la cultura política. Mayo del 68 dejó sentada la posibilidad de impulsar libertades sexuales e individuales, necesarias y justas en el marco del capitalismo, la sociedad de mercado y el consumo.
A la premisa de Kant “razonad todo lo que queráis pero obedeced” se antepone “gozad todo lo que queráis, pero consumid “. Se abrió la ventana a poder cumplir todas las fantasías en la sociedad de mercado, y se construyó una clase media que podía, y no solo podía, sino debía satisfacer todos sus deseos hedonistas como motor fundamental del modelo.El mismo autor señala que lograr romper con el modelo prohibicionista, monástico y conservador es en definitiva un paso hacia adelante. Pero como señalamos al inicio de esta reflexión el asunto es que la alternativa capitalista llegó a su límite.
En una entrevista Bad Bunny señala que “yo no tengo ropa de mujer u hombre, yo tengo ropa muy elegante que tú no puedes comprar”, dejando claro que el consumo es la condición sine qua non se puede alcanzar la emancipación. Pero en otra entrevista Nanpa Básico deja abierta una puerta: “la critica al reggaetón porque habla de putas, sexo y drogas es muy débil porque los raperos 50 Cent o Snoop Dog le cantan a lo mismo, el reggaetón cogió fuerza porque es una opción para quienes tienen como prioridad hacer plata”.
Los movimientos y partidos revolucionarios, anticapitalistas NO pueden caer en la lógica prohibicionista y moral para combatir la cultura de consumo. Su opción es mostrar que se puede construir otro tipo de cultura, que se puede señalar rutas de salida a la economía de mercado, creando relaciones y procesos comunitarios en concreto. Lo dijo Mujica, la cultura no es solo la música, sino las relaciones cotidianas. En este gobierno la sociedad ampliada, la mayoría social tiene la oportunidad de construir otro tipo de relaciones sociales, desde la justicia restaurativa y la paz, desde la diversidad y la diferencia.
En los años 80 muchos movimientos antiimperialistas centraron su propaganda en demonizar la Coca Cola, buscando que la gente dejara de consumir, mostrándola como perversa, como un veneno, y eso a la final no funcionó. Evo Morales en Bolivia no hizo eso, aunque en principio lo intentó; construyó un sentido común, que permitió comprender que el azúcar significa enfermedad, aumentó los impuestos a la materia prima, por un lado, y por otro desarrolló una bebida propia a base de hoja de coca, lo que implicó el aumento del precio de la gaseosa y su disminución de consumo, y el fomento de consumo de otras bebidas. El cambio profundo en la cultura política no pasará por el prohibicionismo o la superioridad moral, sino por la conquista del sentido común.
Este gobierno abre la posibilidad de que en Colombia se construya una democracia profunda, y unos desarrollos del capitalismo aún pendientes, del más amplio diálogo entre la mayoría social y el Estado, depende que se construya de manera que recoja los sentires de los y las nadies que permitieron este paso histórico hacia adelante.