Las protestas han traído consigo un panorama muy duro para muchos de nuestros compatriotas y especialmente, los jóvenes, quienes durante las manifestaciones han sido atacados por la fuerza pública y especialmente por el ESMAD.
Del estallido social y el despertar del pueblo que hemos visto en los últimos años en el país, se debe resaltar que el ciudadano de a pie se cansó de que aquellos que gobiernan pasen por encima de la ciudadanía sin importar nada. Es por ello que miles nos tomamos las calles para expresar nuestra inconformidad, en mucho momentos con una causa común como la nefasta reforma tributaria, en otros casos exigiendo recursos para la educación publica universitaria, contra la violencia policial, en algunas zonas por el cobro excesivo de peajes y así tenemos un largo etcétera de razones por las cuales protestar. Porque Colombia lo que si tiene son razones para estar en las calles.
Pero las protestas han traído consigo un panorama muy duro para muchos de nuestros compatriotas y especialmente, los jóvenes, quienes durante las manifestaciones han sido atacados por la fuerza pública y especialmente por el ESMAD. Muchos de ellos han perdido un ojo o han quedado con visión parcial. Según los registros de la plataforma Grita de Temblores, desde el 28 de abril hasta el 20 de julio de 2021 hubo al menos 103 casos de lesiones oculares, es decir, cada 0,81 días hubo una afectación de este tipo en el contexto del paro.
El 54 por ciento de estos casos se registraron en Bogotá, la ciudad más afectada, seguida del departamento del Valle, con el 11, 6 por ciento (12 casos); Cauca, con 7,7 por ciento (8 lesiones); y Nariño, con el 6,80 por ciento (7 casos). Estas cifras son escalofriantes para una nación que se dice ser democrática, pero que con estos hechos demuestra todo lo contrario. Nuestros jóvenes quedarán con esas secuelas de por vida, es muy triste como ciudadano y docente que soy, ver la manera en que ese estado y gobierno que tiene la OBLIGACIÖN de proteger a nuestros niños y jóvenes NO lo hace, sino que los ataca por pedir oportunidades para estudiar o trabajar porque sienten que están condenados al fracaso como sus padres o abuelos. Un país donde las garantías son pocas para salir adelante y mucho mas si se es de condición humilde.
Es muy doloroso cuando vemos los noticieros (algunos documentan mientras otros miran para otro lado o justifican esos ataques), ojeamos la prensa escrita o especialmente los medios alternativos y nos encontramos que nuestros jóvenes sufren esos ataques oculares y quedan marcados para el resto de sus vidas. Los ataques no tienen discriminación si es mujer u hombre, lo importante es hacer daño y enviar un mensaje que atemorice a quienes piensen en salir a protestar por los malos gobiernos que hemos tenido durante mas de 210 años de república, tiempo en el que se han repartido el botín burocrático entre unas contadas familias.
Soy admirador de esos jóvenes que han sido atacados en sus ojos porque sacan lo mejor de sí mismos para salir adelante, demostrándole a la sociedad colombiana de qué están hechos y continúan sus exigencias por un país más igualitario para todos y todas. Mi admiración a personas como Esteban (Q.E.P.D), Cristian y Leidy, quien se vio obligada a dejar Colombia por las constantes amenazas contra su vida y la de su familia. Como si fuera poco perder un ojo o quedar sin visión, las victimas deben enfrentar la falta de una ruta de atención integral para casos de trauma ocular generados como consecuencia de actos de violencia policial.
Debemos solidarizarnos y no permitir que este acto demencial por parte de las autoridades y especialmente del ESMAD siga sucediendo como si nada, y que las victimas se conviertan en simples números para las estadísticas. Detrás de cada estadística hay seres humanos con sueños y familias que los esperan en casa. Los ojos del futuro son atacados y deben huir del país como le pasó a Leidy Cadena, que ahora se encuentra en Noruega solicitando asilo.
Como colombianos estamos en la obligación de hacer el acompañamiento de todos los jóvenes que han recibido estos ataques y no dejarlos solos y solas, ya que ellos son los ojos del futuro.