Una consecuencias más evidentes para una sociedad atravesada por la guerra es el silencio. El desplazamiento, la desaparición forzada, las amenazas y el asesinato sistemático generan miedo en las mentes y cuerpos de los que sufren esas prácticas violentas, pero también en el conjunto del grupo social. Y el miedo produce un silencio frio y melancólico. En vez de servir como un gesto poético de expresión y comunicación, el silencio producido en contextos de barbarie mutila la palabra y clausura la democracia. En Colombia, este mutismo del horror ha sido una estrategia de gobierno utilizada por poderosos clanes familiares, grupos mafiosos y por una clase política apoltronada en todos los espacios de poder, incluso en aquellas instituciones creadas para proteger al ciudadano de los abusos del poder.
La Hojarasca les muestra algunos de los movimientos oscuros que viene haciendo este poder rancio e indolente que nos gobierna. Un poder que se alimenta del miedo y se beneficia del silencio.
A Esteban Mosquera el ESMAD le había quitado un ojo el 13 de diciembre de 2018 en Popayán, durante una jornada de protesta contra la primera reforma tributaria impuesta por el gobierno del pequeño Duque. Durante el estallido social iniciado el 28 de abril, Esteban se consolidó como un líder juvenil universitario, un exponente más de esta cantera de ciudadanía critica que perdió el miedo y busca transformaciones radicales para el país. El 23 de agosto dos sicarios lo asesinaron.
El gobernador del Magdalena Carlos Caicedo es un líder político que se ha caracterizado por confrontar la corrupción y las mafias de los poderosos clanes familiares. Es un político que se reconoce como un servidor para la ciudadanía, mediante la distribución honesta de los recursos públicos. A finales de los años noventa fue rector de la Universidad del Magdalena, en el 2015 fue alcalde de Santa Marta y desde enero del 2020 es gobernador. Su movimiento político es Fuerza Ciudadana y goza del aprecio y legitimidad entre los ciudadanos. Esta “fuerza del cambio” lleva tiempo asustando a los clanes familiares mafiosos y a los corruptos. Carlos Caicedo y su familia tuvieron que tomar el camino del exilio, luego de conocerse un plan de los paramilitares del Clan del Golfo para atentar contra su vida.
El excombatiente, cantante, luchador social y firmante de la paz Martín Batalla ha fungido como un exponente del proceso de paz a nivel internacional. Es admirable su trabajo alrededor del mundo para explicar la necesidad de implementar el acuerdo de paz. Pero en Colombia hay intereses muy poderosos que persiguen la continuación de la guerra como mecanismo para gobernar. Paradójicamente, ha sido más fácil continuar la guerra que construir la paz. En las últimas semanas Martín ha denunciado amenazas telefónicas, mensajes intimidatorios e intentos de entrampamiento. Según INDEPAZ, en lo corrido del 2021 han sido asesinados 112 lideres sociales, 34 firmantes de paz y hasta el 28 de agosto se habían perpetrado 68 masacres.